Mi Camino
Desde muy joven, he sentido un impulso a seguir lo que consideraba importante en cada momento, independientemente de lo que pensaran los demás. Este camino, sin embargo, también estuvo marcado por momentos de dudas internas y desavenencias con quienes me rodeaban.
Diagnóstico de Esclerosis Múltiple
Pasé largos períodos entrando y saliendo del hospital, soportando un torbellino de emociones y retos casi diarios. Con el tiempo, encontré el coraje para hacer frente a la EM, convirtiéndola en una aliada en lugar de un enemigo.
A lo largo de los años, esta lucha interna me llevó a un diagnóstico de Esclerosis Múltiple (EM) a los 26 años. El diagnóstico de EM fue complicado y agotador, no solo para mí, sino también para mi entorno.
Crecimiento Personal
Con el paso del tiempo, aprendí a reconocer que lo que me sucede internamente está relacionado con los brotes de EM, y eso me ayudó a comprender que si yo no me cuidaba internamente no iba a mejorar. Este entendimiento me llevó a un profundo trabajo personal, donde identifiqué y reconocí mis patrones de pensamiento, emocionales, de comportamiento, físicos… aprendí a ser más consciente de mí misma.
Transformación y Percepción
Ser consciente me permitió darme cuenta de cómo quería vivir la vida que tenía en mis manos. Asumí la responsabilidad de mis decisiones y comprendí que la verdadera transformación comienza desde dentro. Cambiar mi percepción del mundo exterior se volvió crucial para encontrar la paz y la alegría de vivir que tanto había buscado.